La fotografía es un medio asombroso que brinda ilimitadas posibilidades artísticas. Observar el mundo a través del lente de la cámara es sumamente estimulante debido a la posición de espectador en la que nos deja, tras ese espacio guarecido y que favorece la contemplación de la “ventana” fotográfica. Estando allí como testigo incorpóreo, la visión se agudiza y se hace más consciente, desprejuiciada, pura, lo que predispone a capturar la verdadera belleza, la esencia de las cosas.

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Lo único que hace falta es tener una vista sedienta de curiosidad y atreverse a mirar con nuevos ojos, descubriendo lo extraordinario en aquello que es asumido como sin interés cuando no miramos de verdad.